Las canciones me hablan a un ritmo lento, y cada palabra hace referencia
a algún hecho real o imaginario de mi vida, sí imaginario, a veces me pongo a
pensar e imagino historias en mi mente donde la heroína soy yo, es extraño pero
nunca tienen finales felices, tal vez porque nunca tuve una historia con un
final feliz, a decir verdad en lugar de final tienen una especie de comienzo
frustrado.
Es que en numerosas ocasiones conocí a hombres que aseguran soy
divertida, linda, simpática, incluso inteligente, y se llenan la boca diciendo
lo bien que se sienten hablando con migo. Estos mismos resultan estar de
novios, ser mucho menor que yo o aun peor fóbicos al compromiso, lo peor de la
historia es que yo también lo soy pero ellos logran superarme.
Un día recolectando todos los cumplidos llegue a la conclusión que tengo
eso que no tienen las novias, un tatuaje, mi sonrisa, la capacidad de hablar de
futbol sin ser machona, lo poco que me demoro en estar lista o lo practica que
soy al interpretar las cosas. Aparentemente también tengo algo que hace que no
sea yo la novia. Lo interesante de estos individuos es que su propuesta no es
alejarse de mí o ser amigos y entonces me toca a mí ser la que termina lo que
no alcanzo a empezar.
Intentando dejar la mala no-experiencia atrás puedo darme cuenta que hay
un pequeño, pequeñísimo grupo de seres que están interesados en mi de una forma
genuina, libre y sobre todo sana, acá es cuando por fin me doy cuenta que el
problema lo tengo yo porque a cada uno de ellos le encuentro un defecto
imperdonable: me hace acordar a mi ex, me cae muy bien pero como amigo, estoy seguirá
que es homosexual, tiene un año menos que yo y quiero un chico mas grande o
simplemente no me atrae, termino rompiendo nuevamente con algo que no existe y
con personas que no tienen la culpa de mi locura, y digo esto porque aunque se
que no voy a estar con ellos son el eslabón que mantiene mi amor propio a un
nivel autosostenible por lo tanto les juro que no hay ni una posibilidad pero
me aseguro que no me crean
Mientras tanto estoy obsesionada con un boludo que las tres primeras
semanas me prometía la luna, las dos siguientes solo podía prometerse a si
mismo y si hoy me promete escribirme, en la semana se olvida.
Lo mas extraño es que yo intentaba no salir despavorida porque habiéndolo
conocido hace 2 días él intentaba caminar de la mano en plena Av. principal, y
dos días mas tarde corría por toda la Web, el celular y las aplicaciones
intentando descubrir si lo habían secuestrado los extraterrestres o simplemente
se había borrado. Lo mas importante es
que este individuo aparece a la semana siguiente con una tentadora oferta de
una cena que luego olvida obviamente y consecutivamente alterna entre estos dos
estados dejándola a una sin siquiera saber si el flaco tiene trastorno de
personalidad múltiple o es un autentico pelotudo.
Finalmente sin tener ningún tipo de respuesta no me queda otra opción
que inventarme una para mi misma y entonces imagino una gran discusión en la
que digo todo lo que pensé decirle y queda todo terminado. Obviamente sin
ningún final feliz.
Una LinDa Loca